En el área de niños tenemos muchos sueños a lograr
- Soñamos poder brindarles a los chicos un ambiente especial donde podamos tener encuentros de profundo silencio, para poder escuchar a Jesús. Recordemos que a Jesús se lo escucha en el silencio. Para ello, comencemos los catequistas a silenciarnos y transmitir esto a los pequeños con nuestra forma de hablar, de movernos, de caminar. Hablemos como en secreto.
- Soñamos con una catequesis Bíblico- Litúrgica, donde la motivación sea sólo alguna pregunta. Recordemos que los niños son esenciales y profundos y la mayor motivación para ellos es escuchar el mensaje de Jesús.
- Soñamos con una catequesis donde el Catequista sea un niño más en cada encuentro. No un maestro que enseña, no un adulto que sabe mas que el niño, sino que supo antes y lo ayude al pequeño a través de preguntas a descubrir lo que nos dice Jesús. Que cada uno lo descubra a su tiempo.
- Soñamos con una catequesis que comience con los mas pequeñitos (niños de 2 y 3 años). Ellos tienen un potencial religioso inmenso y en el trabajo con los mismos nos maravillaremos de su profundidad.
- Soñamos con una catequesis vivencial que ayude al niño a disfrutar las celebraciones litúrgicas en la Iglesia, especialmente la Santa Misa.
- Soñamos con una catequesis donde el SER esté por encima del HACER.
- Soñamos con una catequesis donde la moral sea la de la Vid Verdadera y no la del Árbol de Navidad. En esta última, los frutos no nacen de la planta sino que están pegados en ella.
- Soñamos con una catequesis que invite a la oración personal antes que a «las oraciones»
- Soñamos con una catequesis que le permita al niño adorar a Jesús, vivo en la Eucaristía, desde un lugar cercano. Cuando el niño se acostumbra a adorar a Jesús, pide estos momentos.