Siendo fieles a aquel sueño original, de compartir las riquezas, de ahondar la comprensión y vivencia de un modo de ser regional y lograr un lenguaje y una mirada común de la catequesis, respetando la idiosincrasia propia de cada diócesis, comenzamos a desenvolver la VI comunidad de este seminario regional que ayuda a profundizar el ser, saber, saber hacer y saber estar de los animadores y formadores de catequistas.
En la primera semana presencial (18 al 23 de julio pasado) fuimos encarnando aquello del Directorio «la experiencia humana es parte constitutiva de la catequesis, tanto en su identidad como en su proceso, así como en su contenido y método, porque no es sólo el lugar en el que resuena La Palabra de Dios sino también el espacio en el que Dios habla…» DC 201
Y Dios se pronunció, se reveló, se hizo palabra, gesto, detalle, silencio, anuncio profesión, se hizo vida, acontecimiento.
Damos gracias a ÉL por tanto de tanto, y a cada seminarista por su Sí.